Nuestra apuesta
para el tercer día, aquí en el festival de cine europeo de Sevilla, fue la
nueva película de Xavier Beauvois. Un realizador que se encuandra en ese grupo de cineastas franceses, digamos academicistas (Claude Berri podría ser el paradigma), del que aún recordamos su paso
por el certamen andaluz hace siete años. Su película de entonces, De dioses y hombres, fue un regalo para los ojos y guarda cierta relación
con la que vamos a comentar ahora.
Les
gardiennes transcurre durante la Primera Guerra Mundial en la campiña
francesa: una familia de granjeros cuida sus tierras mientras los dos hijos y
el marido de la tercera hermana combaten en el frente. Para ayudar en las
tareas del hogar y del campo, la señora de la casa (Nathalie Baye) contrata a
una joven huérfana (Iris Bry). Rumores de encuentros sexuales a cargo de la
hija con los americanos recién llegados, y relación no deseada entre la joven sirvienta
y uno de los herederos, obligarán a la madre a tomar una difícil decisión.
La cinta de
Beauvois se podría catalogar como un melodrama de retaguardia con todos los
elementos conocidos en este tipo de películas: las noticias con cuentagotas de
los que caen en la batalla, las infidelidades de las esposas que aguardan a sus
maridos, lo terrible de la guerra y las consecuencias psicológicas de los que
vuelven, los embarazos no deseados, etc.
Todo esto se
cuenta con el tiempo pausado al que nos tiene acostumbrados el director, dando
prioridad a la fotografía de las labores del campo (como ya hiciera en la citada De dioses y hombres) y con el inestimable apoyo de la música de una
leyenda: Michel Legrand (ganador de tres Óscar, entre ellos la inolvidable Verano
del 42). Pero Les gardiennes es, ante todo, un
filme de actrices, todas ellas muy bien retratadas por el realizador e
interpretadas por profesionales que van desde la veterana y estupenda Nathalie Baye
hasta la debutante y sorprendente Iris Bry.
No obstante lo
anterior, a una película se le pide algo más. Es cierto que la historia del
cine ha dado buenos largometrajes, por ejemplo bélicos, que apenas disponían de
una trama, tan sólo se limitaban a describir la “rutina” del combate de una
unidad (ya sea un barco, un escuadrón aéreo o un pelotón). En la cinta que nos
atañe casi se hace lo mismo: apenas hay una historia que destaque cuando lo que
se cuenta es el relato de lo que sucedía en los hogares mientras una guerra
asolaba el mundo. Hasta ahí todo bien, pero han transcurrido años y se han
estrenado multitud de películas con el mismo tema.
Es decir, demasiados tópicos, muy bien fotografiados, eso sí, pero tópicos al fin y al cabo.
Es decir, demasiados tópicos, muy bien fotografiados, eso sí, pero tópicos al fin y al cabo.
Bueno, tiene que haber de todo, al menos tiene buenas imágenes por lo que cuentas.
ResponderEliminarLa fotografía es estupenda. Hay una imagen (sale en el trailer) de uno de los hijos que regresa al frente y que desaparece entre la bruma que es una maravilla.
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