De vuelta a la
sección oficial y a la EFA (European Film Academy) ayer pudimos ver, en nuestra
opinión, las dos mejores películas hasta la fecha proyectadas aquí en el
festival de cine europeo de Sevilla.
A CIAMBRA (Jonas Carpignano, 2017)
Otra cinta en la
que el director nos dio plantón a la hora de presentar la película, aunque le
perdonamos pues se excusó desde Estados Unidos donde se encontraba
promocionando su excelente película, y es que la cinta italiana se halla en muy
buena posición para ganar el Óscar al mejor filme extranjero. Además tiene un padrino de altura: Martin Scorsese.
La historia de
Pío, prácticamente un niño, un gitano rumano que vive en A Ciambra, en los
suburbios de una ciudad de Calabria, es la de un joven delincuente ocasional que
se fija en su hermano mayor a la hora de plantearse la vida. Cuando éste y su
cuñado son encarcelados, Pío quiere ser el hombre de la casa y se decide a
robar a mayor escala para sostener a la numerosa familia.
Entre la
realidad y la ficción, como dijo la organización del festival a la hora de su
presentación, discurre este magnífico testimonio de lo que ocurre en los
abandonados barrios de la Italia pobre. Actores no profesionales que se
interpretan a sí mismos ya no es novedad es las películas europeas
contemporáneas, pero sí la sinceridad en lo que se cuenta gracias a una interpretación
fuera de lo normal. Pío Amato parece un actor profesional cuando la cámara le
acosa en todo momento, con un elevadísimo porcentaje de primeros planos, mientras
él no se inmuta ante el objetivo, todo lo contrario, actúa de una forma tan
real que consigue introducir al espectador en la acción.
Del aprendizaje
del oficio de delincuente, del descubrimiento de la muerte, también de las
tradiciones perdidas en la figura del abuelo (“nosotros contra el mundo”, le
dice el anciano), del despertar del sexo, de la responsabilidad que acarrea una
familia, de todo eso trata la película. También de la amistad en un mundo que
parece pertenecer a un planeta diferente: Pío sólo confía en marginados como
él, en subsaharianos que malviven en un campamento de refugiados y que
curiosamente son los que le dan los mejores consejos, los que le invitan a
dejar esa vida al margen de la ley.
La película
mantiene el suspense por ver si Pío finalmente optará por reconducir su vida o
seguirá el camino de su hermano y del resto de la comunidad. Pío se hará mayor
en este peligroso recorrido; sólo resta saber qué significa y qué consecuencias
acarrea “ser hombre” en un niño de A Ciambra.
ALMA MATER (Insyriated, Philippe Van Leeuw, 2017)
De una
coproducción entre Francia, Bélgica y Líbano, con realizador belga al frente
del proyecto, viene esta buena película acerca de un conflicto (la guerra en
Siria) que se encuentra lejos de acabar.
En Damasco, en
el único piso habitado de un bloque de apartamentos, sitiado por ambos bandos,
vive parte de una familia aislada del exterior. Oum (la estupenda actriz de
perfil heleno, Hiam Abbass, que recuerda mucho a Irene Papas) es la mujer que
intenta resistir y mantener a salvo a su familia: al abuelo, a sus tres hijos,
a la criada, a dos recién casados que han solicitado cobijo para proteger a su
bebé y al novio de una de sus hijas, también atrapado entre esas paredes.
Cuando el joven vecino, el flamante esposo, cae acribillado por los disparos de
un francotirador, todo parece tambalearse.
“Un día cualquiera
en Siria” podría titularse de forma irónica una película tan dura como esta. La
cinta transcurre en un ámbito claustrofóbico, en 24 horas, en el mismo estado
de tensión que las distintas versiones de El diario de Ana Frank. Y es que lo
que sucede en el interior del piso de Insyriated podría ocurrir en
cualquier casa de cualquier guerra de cualquier época. Porque cuando la luz, la
televisión, los móviles e Internet no funcionan, el tiempo deja de ser una
variable.
La verdadera tragedia de Insyriated es el sufrimiento de Oum. Perseguida en todo momento por la cámara de Van Leeuw, la mujer aguanta y se comporta de cara al exterior como una persona sin corazón, que tiene que tomar decisiones muy duras (en más de una ocasión tendrá que decidir quién vive o quién muere), todo con tal de salvaguardar a los suyos. Sólo en contadas ocasiones el director nos enseña lo que sucede en el interior de la desesperada protagonista. Porque Oum no deja de ser una ama de casa que se aferra a la rutina diaria, a dar órdenes a la criada, a limpiar sus muebles, preparar la comida, en definitiva intentar abstraerse de lo que sucede fuera para poder seguir adelante.
La verdadera tragedia de Insyriated es el sufrimiento de Oum. Perseguida en todo momento por la cámara de Van Leeuw, la mujer aguanta y se comporta de cara al exterior como una persona sin corazón, que tiene que tomar decisiones muy duras (en más de una ocasión tendrá que decidir quién vive o quién muere), todo con tal de salvaguardar a los suyos. Sólo en contadas ocasiones el director nos enseña lo que sucede en el interior de la desesperada protagonista. Porque Oum no deja de ser una ama de casa que se aferra a la rutina diaria, a dar órdenes a la criada, a limpiar sus muebles, preparar la comida, en definitiva intentar abstraerse de lo que sucede fuera para poder seguir adelante.
Temas de actualidad muy atractivos en ambas.
ResponderEliminarDe "A Ciambra" me llegan positivos comentarios.
No me extraña, "A Ciambra" es de lo mejorcito que se ha visto por ahora. Lo del niño-no-actor es increíble.
EliminarEsta mujer, Hiam Abbas, me encantó en The visitor, no me extraña que borde su interpretación.
ResponderEliminarHasta ahora he visto Zama y ayer Un sol interior. Buenas, cada una en su estilo.
Zama no la he visto, la segunda sí, ahora te hablo de ella...
EliminarAl final, Pío Amato se ha llevado el premio al mejor actor, estaba cantado, merecidísimo.
ResponderEliminarInsyriated el premio del público. Alegría.